lunes, 31 de mayo de 2010

SÍNTOMAS COMUNES DEL AUTISMO



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Cada individuo con autismo tiene su propia características, no hay dos iguales. Algunas o todas de las siguientes características pueden ser observadas de forma leve a severa:

Problemas de la comunicación (por ejemplo, el uso y comprensión del lenguaje (Apraxia o Dyspraxia).


Dificultad en relacionarse con las personas, objetos, y eventos.


El uso de juguetes y objetos de una manera poco usual.


Dificultad con los cambios de rutina o alrededores familiares.


Movimientos corporales o comportamientos repetitivos.


Hipotonía generalizada, se caracteriza por la disminución del tono postural en las cuatro extremidades y el tronco.
La hipotonia la etiquetan los neurologos o especialistas atravez de la evaluación del tono muscular (mongo). En mis propias palabras sin ofender a nadie ya que mi hijo tiene esta condicion, no tiene buena postura, manitas gorda, se cae amenudo, un poquito torpe.

Existen tres comportamientos distintivos que caracterizan el autismo. Los niños con autismo tienen dificultades para interactuar socialmente, padecen de problemas de comunicación verbal y no verbal y muestran comportamientos reiterativos o intereses limitados u obsesivos. Estos comportamientos pueden variar en cuanto a su impacto, es decir, desde un trastorno leve hasta uno que puede llegar a ser discapacitante. El rasgo distintivo del autismo es una escasa interacción social. Frecuentemente, son los padres los primeros en advertir síntomas de autismo en sus hijos. Desde etapas tan precoces como la de lactancia, un bebé con autismo puede no responder a la presencia de otras personas o concentrarse solamente en un objeto, excluyendo a otros, por largos períodos de tiempo. Un niño autista puede, aparentemente, tener un desarrollo normal y luego replegarse y volverse indiferente al contacto social.

Los menores con autismo pueden ser incapaces de responder a su nombre y a menudo evitan sostener la mirada de otra gente. Asimismo, tienen dificultades para interpretar lo que otros están pensando o sintiendo ya que no logran comprender los códigos sociales, tales como un tono de voz o expresiones faciales, y no observan los rostros de otra gente para obtener pistas sobre cuál debiera ser el comportamiento adecuado. Ellos carecen de empatía.

Muchos niños con autismo efectúan movimientos repetitivos tales como, mecerse o retorcerse, o caen en conductas autodestructivas como morderse o golpearse la cabeza. También tienden a empezar a hablar más tarde que otros niños y puede que se refieran a ellos mismos por su nombre en vez de “yo”. Los niños con autismo no saben jugar en forma interactiva con otros niños. Algunos hablan como si estuvieran cantando y lo hacen en torno a una gama muy limitada de temas favoritos, prestando poca atención a los intereses de la persona a la cual le están hablando.

Muchos niños con autismo tienen una baja sensibilidad al dolor pero son anormalmente sensibles al ruido, al tacto u otro estímulo sensorial. Estas reacciones inusuales pueden contribuir a síntomas conductuales como la resistencia a ser acunado o abrazado.

Los niños con autismo, presentan mayor riesgo de padecer de ciertas enfermedades co-existentes como el síndrome de cromosoma X frágil (el cual provoca retraso mental), esclerosis tuberosa (en el cual crecen tumores en el cerebro), convulsiones epilépticas, el síndrome de Tourette, discapacidades de aprendizaje y trastorno de déficit atencional. Por razones que aún no están claras, entre el 20 y 30 por ciento de los menores autistas desarrollan epilepsia cuando llegan a ser adultos. Si bien algunas personas con esquizofrenia pueden mostrar una conducta de tipo autista, sus síntomas generalmente no aparecen hasta cerca de los 20 años o en la etapa de adultos jóvenes. La mayoría de la gente con esquizofrenia también tiene alucinaciones y delirios, los cuales no se encuentran en la persona con autismo.

¿Cambian con el tiempo los síntomas de autismo?

Para muchos niños, los síntomas del autismo mejoran con un buen tratamiento. Algunos niños con autismo crecen y logran llevar vidas normales o casi normales. Aquellos niños cuyas destrezas del lenguaje sufren una regresión a temprana edad, generalmente antes de los 3 años, parecen presentar mayor riesgo de desarrollar epilepsia o actividad cerebral similar a una convulsión. Durante la adolescencia, algunos menores con autismo pueden deprimirse o experimentar problemas conductuales. Los padres de estos niños deberían estar preparados para ajustar el tratamiento a las necesidades del menor.
http://www.manitasporautismo.com/el_autismo.html

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