miércoles, 9 de junio de 2010

DOS ESTUDIOS DE AUTISMO APORTAN ESPERANZA – Y ESCEPTICISMO

Es este un tratamiento para el autismo demasiado bueno para ser cierto?
Dos sorprendentes estudios reportados desde la psicología conductual aplicada
por el Dr. Ivar Lovaas han aportado esperanza y controversia dentro del mundo del
autismo en los últimos 12 años – existiendo un tercer estudio que está empezando a
generar discusión.
El primer estudio demostró que 19 niños con autismo que recibieron el Young
Autism Project de tipo intensivo, consiguieron un funcionamiento normalizado –
teniendo en cuenta los resultados obtenidos en su coeficiente intelectual así como su
escolarización completa y sin ningún tipo de ayuda en secundaria.
Un estudio de seguimiento realizado seis años después, mostró que los niños
mantenían el nivel de funcionamiento normalizado. Resultados preliminares de otro
estudio que se completará este verano, indica que estos nueve (¿????) niños – ahora de
entre 20 y 30 años – han mantenido su nivel de funcionamiento ¿¿¿¿.
“Ocho de ellos son indiscriminables a través de los tests con respecto otros
individuos de desarrollo normalizado”, dice el Dr. Lovaas desde su oficina de la
Universidad de California, Los Angeles. El noveno muestra ciertamente algunos
problemas de personalidad… pero nunca se le volvería a diagnosticar de autismo”.
Los resultados espectaculares obtenidos por el Dr. Lovaas ha generado altas
esperanzas a los padres con niños con autismo, la más frecuente patología del desarrollo
que crea devastadoras desórdenes cerebrales que causan dificultades de comunicación,
problemas en las relaciones sociales e inusuales y repetitivas conductas e intereses. La
mayor parte de los niños con autismo – entre el 61 y el 74 por ciento- son incapaces de
conseguir un funcionamiento independiente sin la supervisión constante de un adulto, y
tan solo un 5% mantienen una vida más o menos normal. El Dr. Lovaas, sin embargo,
aporta datos de éxito tratando niños con autismo haciendo uso de equipos de educadores
que trabajan uno- a – uno durante 40 horas a la semana, durante dos o tres años con la
finalidad de enseñarles miles de conductas una a una siguiendo el procedimiento
conocido como el ensayo discreto.
Los padres a menudo piden a los districtos escolares que les subvencionen el
tratamiento intensivo bajo ensayo discreto para sus hijos con autismo. Si los districtos
escolares se resisten a ello, los padres llevan a menudo el caso a los juzgados y
consiguen ganar el caso. El tratamiento cuesta alrededor de 60.000 $ por niño al año.
Sin embargo, el Dr.Lovaas ha reportado que el cuidado de un niño con autismo puede
costar alrededor de 2 millones de dólares, siendo por ello el tratamiento intensivo
propuesto una inversión de futuro.
Pero el estudio del Dr.Lovaas ha despertado signos de alerta para la comunidad
científica. Aunque consideran los resultados muy prometedores, los críticos se
cuestionan el estudio a nivel metodológico. Concretamente, los críticos sugieren que los
niños asignados al estudio del Dr.Lovaas eran de alto funcionamiento dentro del
espectro de autismo, con lo cual los resultados no provienen de una muestra
significativa de niños con autismo, por lo tanto, no son generalizables a la población de
niños con autismo en general.
“Existe cierto sano escepticismo hacia tratamientos como el que propone el Dr.
Lovaas” ¿????, dice el Dr. Frank Gresham y el Dr. Donald MacMillan de la Universidad
de California-Riverside en respuesta a la publicación de los mejores resultados de la
investigación del Dr. Lovaas (Journal of Autism and Developmental Disorders, vol.28,
Nº 1, p.5-13).
Datos más concluyentes para actualizar
Gresham, un psicólogo, dice que el estudio del Dr.Lovaas tendió a seleccionar
niños con autismo con ligero retraso mental – coeficiente intelectual entre 63 – 65, en
contrapartida con otros niños que mostraban retraso mental más severo. Además este
grupo de niños eran de alto funcionamiento al realizar ecolalia, mostraban habilidad de
imitación verbal, variables positivas predictoras de obtener buenos resultados con
tratamiento.
Dice que “Los niños que él (Dr.Lovaas) seleccionó eran niños que realmente
mostraban una buena predisposición para hacerlo bien y, probablemente, bajo la
expectativa de conseguir lo que él realizó con ellos”.
Según el psicólogo evolutivo Dr. Sally J. Rogers de la Universidad de Colorado
en Denver, la investigación del Dr.Lovaas es, sin embargo, el mayor trabajo
metodológico realizado dentro de los estudios sobre eficacia de tratamientos sobre
autismo.
En un artículo publicado en la revista Journal of Clinical Child Psychology
(Vol.27, Nº 2, p. 168-179), la Dr. Sally Rogers evaluó a nivel metodológico los ocho
mejores estudios publicados en los últimos 10 años, siendo uno de ellos el realizado por
el Dr. Lovaas, y encontró que ninguno seguía a nivel metodológico un criterio estricto
¿?????. Los estudios mostraban deficiencias en cuanto a la aleatorización en la
asignación de los sujetos a la intervención o al grupo control, una falta de replicación
independiente de los resultados, así como una falta de evaluadores ciegos para
determinar si los niños debían recibir intervención o no.
“La ciencia es hoy en día todavía floja” dice Rogers. “Realmente existen muy
pocos estudios sometidos a decentes diseños, lo cual hace difícil el sacar conclusiones”.
El estudio del Dr. Lovaas, el cual no ha sido todavía replicado, cuenta con un diseño
casi-experimental sin utilizar una estricta asignación aleatoria de los sujetos que
formaron el grupo experimental o el grupo control. Sin embargo, Rogers dice, “dejando
a un lado el hecho de la asignación aleatoria, no existe otro estudio tan riguroso en
cuanto a los sujetos del grupo control del nivel que el Dr. Lovaas ha realizado ¿?????.
El Dr.Lovaas dice que los sujetos del estudio eran una muestra representativa de
niños con autismo. El diagnóstico de los mismos fue realizado por profesionales
independientes al estudio, evaluando 20 variables consideradas como descriptores de
autismo o “related to outcome” antes de iniciar el tratamiento. La media del cociente
intelectual antes de iniciar el tratamiento se situaba en 60 puntos según los datos
reportados por el estudio de 1987 en Journal of Consulting and Clinical Psychology
(Vol.55, Nº 1, p.3-9), y más concretamente, puntuaciones de cociente intelectual de
funcionamiento normalizado en dos de los sujetos de los 19, retraso moderado en siete
de ellos y, por último, retraso severo en 10 de ellos.
Un quince por ciento de niños no fueron aceptados por mostrar retraso profundo,
siendo ello uno de los criterios de exclusión para formar parte del estudio del Dr.
Lovaas. Dicho criterio se debe a la dificultad diagnóstica de trastorno autista cuando los
niños muestran dichos niveles de retraso mental. En cuanto a las habilidades verbales,
uno de los niños presentaba lenguaje mínimamente apropiado, siete de ellos eran
ecolálicos, y 11 de ellos eran mudos.
El Dr. Lovaas comenta la imposibilidad de realizar una estricta aleatorización de
los niños a cada grupo del estudio puesto que los padres se oponían. En cambio
mediante la aprobación del Instituto Nacional de Salud Mental (National Institute of
Mental Health, NIMH), el cual subvencionó el estudio, los niños entraban a formar
parte del grupo experimental en función de la disponibilidad del grupo de educadores.
En caso contrario, los niños entraban a formar parte del grupo control. Dos de los niños
entraron a formar parte del grupo control puesto que vivían a una hora de UCLA, con lo
cual se prevenía que hubiese suficientes educadores para realizar el tratamiento del resto
de niños.
El procedimiento de asignación en función de la disponibilidad de educadores
aseguraba que la asignación de grupos fuese similar según comenta el Dr. Lovaas. De
hecho, los niños no mostraban diferencias en 19 de las 20 variables evaluadas antes del
tratamiento, incluyendo el nivel de niños que presentaban ecolalia, (nueve dentro del
grupo control y siete en el grupo experimental). Presentar ecolalia no es un predictor de
funcionamiento normalizado. La variable en la cual diferían era la edad cronológica al
inicio del tratamiento, lo cual no está relacionado con obtener mejores resultados. The
poor outcome.......
El trabajo de replicación
No obstante, para resolver la controversia de los resultados obtenidos y
publicados en el artículo de 1987, el Dr.Lovaas está coordinando un trabajo de
replicación multicéntrica, subvencionado por el NIMH (Instituto Nacional de Salud
Mental). Aunque el trabajo estuvo pensado en un inicio para ser realizado por tres
centros, actualmente, el estudio de replicación se extiende a 14 localidades de Estados
Unidos y Europa. Los investigadores implicados están comparando alrededor de 150
niños con autismo que reciben el tratamiento versus la existencia de un grupo control
emparejado en cuanto edad y cociente intelectual que reciben tratamientos alternativos.
“Ellos son realmente una muestra representativa de niños con autismo” según
afirmaciones del Dr.Lovaas. El estudio necesita de 5 años más para ser completado,
pero resultados preliminares de dos o tres centros serán sometidos a publicación en
Diciembre.
http://www.planetaimaginario.org/files/LovaasAPA.pdf

No hay comentarios:

Publicar un comentario